Diego Ribas ha firmado un contrato de 3 años con el
Fenerbahçe. La llegada del jugador brasileño es el fichaje que pone una sonrisa
a los aficionados canarios, que
imaginan ya sus jugadas y pases con los ojos vidriosos. Pero no será una tarea
fácil. Nada fácil.
Diego no viene solo a ser la estrella del Fenerbahçe. Si eso
es ya una losa, más en el exigente y nada paciente fútbol turco, el ex del
Atlético de Madrid tiene una sombra muy grande en la figura del también
brasileño Alex de Souza.
Alex es, sin duda, uno de los mejores jugadores de la
Historia del Fenerbahçe. Y, además, se quedó a un puñado de goles de ser el
máximo goleador de la historia del club cuando, Aykut Kocaman, entrenador y
máximo goleador de la historia del club, decidió prescindir de sus servicios.
Alex era magia, gol, lucha… era el líder del equipo, el 10
en el campo. Diego llevará también el número 10, y aunque tengan
características diferentes, las comparaciones se harán desde el primer día.
Diego también es magia, clase, técnica… le aportará muchísimo al Fenerbahçe,
seguro, pero será mirado con lupa desde antes de poner un pie en el terreno de juego.
La sombra de Alex será muy larga. Se les comparará desde el
principio, en un fútbol difícil, cuyos aficionados tienen poca paciencia. Diego
tendrá un duro trabajo por delante, pero calidad de sobra para hacerse su propio
hueco en la historia del Fenerbahçe.
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