Ojo clínico: Burak Yılmaz (ii)

Esos son sus números. Su manera de jugar va ligada a ellos.

Su hábitat natural es el área. El remate, su especialidad. Con la cabeza o con su diestra. Remata a portería con una precisión exquisita.

Pero no solo sabe rematar. Sabe aguantar el balón y también regatear, aunque es algo falto de calidad y técnica en esto último. Se apoya bien en los compañeros, ya sea para hacer una pared o dar un buen pase, incorporándose luego en segunda línea.

Una de sus mejores cualidades es el desmarque. Tira desmarques continuos a la espalda de la defensa, necesitando sólo de un buen pase. O un mal pase, luchando contra los defensas siempre que es necesario.

Le falta algo de velocidad punta, que intenta suplir con el cuerpo a cuerpo, en el que se maneja bien. Muchos goles vienen tras pelear con el central, sacando algún recurso al final que haga que el esférico traspase la línea de gol.

Burak aprovechó un balón largo. Dos toques y gol.
Conta el Schalke 04.
Fue el 1-2 al borde del descanso.

En cuanto al remate, de lo más variopinto. Su especialidad es colocar el balón con su diestra, pero también le hemos visto anotar con la zurda, aunque no se prodiga en ello. Buen remate de cabeza que le hace ser un peligro a balón parado. Además, es capaz de sacar cualquier recurso para rematar, estirando la pierna en el último momento o hacer malabares inverosímiles para conseguir el gol.

Sabe bien cuáles son sus virtudes y sus defectos. Sabe bien cómo ocultar estos últimos, evitando hacer cualquier acción que lo deje “en pañales” frente a los rivales y el público.

Este es Burak Yilmaz. Un ídolo en Turquía y uno de los mejores delanteros de Europa.